sábado, noviembre 20, 2010

Brasil..on my mind





...El día que ese bus le dio un esquivo lengüetazo al territorio brasilero, por los lados de su frontera con ecuador, sentí la inmensa rabia que puede darle a uno tener a una garota completamente desnuda, y tener que huir de ella como un impúber temeroso de ser devorado para siempre por su candente sabor; por esa magia negra que emana de allí y que – dicen - no te suelta nunca mas…

Acaricia mi ensueño, el suave murmullo de tu suspirar
Como ríe la vida, si tus ojos negros te quieren mirar…
Y si es mío el amparo de tu risa alegre,
Que es como un cantar..
Ella aquieta mi herida…
Todo, todo se olvida…

...Cuando aun era muy pequeño, el radio monofónico, exclusivo de banda AM que mi mamá colgaba junto a la ventana de la cocina mientras hacia el quehacer diario, dejaba sonar esa canción en la voz un tanto nasal de ese flaco de cabello largo y mirada melancólica que el locutor de Tequendama 6.10 a.m. decía se llamaba Roberto Carlos: “desde algún lugar de la playa de Ipanema, Roberto Carlos nos seduce la tarde de hoy con “el día que me quieras”…sigan con nosotros…”…
...Y era tanta la jovialidad que mamá manifestaba y tanto el amor con que preparaba el arroz, ( y tanto lo que contemplaba la foto sonriente del enorme acetato negro que contenía ese tema)que durante mucho tiempo me rondaba en la cabeza la inquietud de saber donde quedaba esa tal Ipanema y quien era ese tal Roberto Carlos…

...El tiempo me dio esa repuesta y, además, supe que el mejor tango que se ha escrito, el mas bello y dedicable de todos, el que mejor pude decirle a una mujer cuanto la gusta a uno, solo sonaba mejor en la voz de un nacido en la gran Brasil...

...Supe también que no era el único y que allí había mas de uno que sabia escribirle al amor; que los cuerpos dorados por la playa y la sensualidad eran mejor cuando de fondo la chica de Ipanema sambaba levemente, y que el idioma portugués dejó de serlo cuando se volvió un cantar brasileño...

...Y me enamore de brasil, jurando que solo me faltaba saber a que olía, pues sus paisajes los había recorrido todos en las laminas de los atlas ilustrados, en las películas del cinema nôvo de Walter Salles y de Glauber Rocha, en las melodías de Buarque, y de Gil…en los mil giros victoriosos de Senna, y en las patadas geniales de Nascimento: ó mais grade do mundo Pelé; de Garrincha y sus secuaces mundialistas…

Mira que cosa mas linda, mas llena de gracia..

...Eso era para mi la brasil negada a mis alcances y a mis posibilidades, y en tanto mas pasaba el tiempo, mas quería conocer esa menina que viene y que pasa, esa cosa de corpo dorado, y conforme seguía lamiendo laminas, películas y canciones me daba eso que allí llaman saudade, y que no sabia definir exactamente que era...
...Una vez pase por un rodizio en Bogotá donde emanaba ese intenso sabor condimentado a samba y capoeira; llevado por el deseo y por algo de hambre retrasada me deje subsumir a la tentación de la carne; estando ya dentro del lugar, caí en una especie de trance emocional que me decía que aún sin estarlo, estaba en Brasil…y fui por un instante feliz al calor de tanta comida y tanta borrachera de sensaciones que no podía ocultar, ante la auscultadora mirada del meserito local que no entendía por qué tanta efusividad por una barra de carnes tan costosa…

...Hasta que llegó el día, la oportunidad y la ocasión de hacer América...

...Las cosas de la vida; mis tiempos de academia y bohemia, donde uno de mis mejores maestros había fundado la escuela de su especialidad en Brasil, y que tenía además el primer presidente cuasi-colega mío del que tuviese noticias convergió con la única y feliz oportunidad de embarcarme durante unos meses desde la fría Bogotá hasta la mas fría Buenos aires (e intermedias, como es de esperarse para un viaje largo vía terrestre) y claro, mi sueño se había vuelto una realidad potencial…

...El bus que nos llevaría ida y vuelta estaba listo, mis partners también y toda la ilusión se puso en el plano de verme cerca de una buena garotinha, tomándome un buen trago y sintiendo en el rostro el viento que ronda el cerro, que curte las barbas del Cristo de Corcovado, a la diestra de Dios padre...donde se halla el pecado de la piel...

...Pero cuando ya casi estaba lista la realización de mi sueño, me di cuenta que a veces a uno lo despiertan con un vaso de agua fría en la cara...y así mismo me sentí cuando supe que el itinerario omitía el – tal vez – mas enconado sueño que había tejido en mi pueril existencia: por ahora ya no sabría a que huele Brasil...

...Mi refugio, desde entonces ha sido el fútbol verde amarelho, y ahora el circulo se ha cerrado, pues si Roberto Carlos, el flaco desgarbado y melenudo que hacia suspirar a mi mamá con sus melodiosas versiones de tangos eternos, ahora Roberto Carlos me hace suspirar con su melodioso sentido del baile...ah¡ claro, me refiero al Roberto Carlos grueso y sin un pelo encima, de cara eternamente solemne que le saca música a cada patada que da cuando se viste de pentacampeón...

...Un pasaporte con muchas hojas vacías puede aguardar pacientemente diez años y de esta manera me he sostenido fuertemente a la esperanza de poder untar mis pies de arena carioca; más ahora, cuando solo faltan unos días para expirar mi pasabordo para el mundo, siento que tendré que regresar a las películas para seguir viendo de lejos la Ciudad de Dios....e imaginarme como juegan al jogo bonito Dios y el Diablo en la tierra del Sol...


...pero mientras escribo estas líneas, Thaisa de Souza, la de Florianópolis, la del año de intercambio estudiantil, cruza por el aparcadero de bicicletas de la universidad donde alguna vez me fume ese sueño, y meneando las caderas como si acabara de llegar del carnaval de Río, emana un aroma tan suave y tan salvaje...
...la cosa mas linda que yo vi. pasar...

...que creo por fin saber a que huele brasil...








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