domingo, diciembre 05, 2010

Cuando el Éxito es un juego de azar.


Sábado.

Nunca se imagino el artista que hizo que el sombrero vueltia´o se convirtiera en el símbolo pop de nuestra Nación, que su gloriosa y bien amasada fama de los últimos años, idolatría popular con restaurante incluido, pasaría a un segundo plano: esa tarde-noche lluviosa su otro rival en la tarima no era el artista que le seguiría; era un ídolo más poderoso, la fortuna.

Llovió más que cualquier día, como si Dios quisiera ablandar la miseria humana que iba en procesión detrás de un milagro llamado éxito, ese día sábado, vestido del diablo del azar.

Siguiendo los pasos de muchos (muchísimos más de los que llegue a pensar que acudirían) enfilé hacia el punto de encuentro, el corazón verde de la capital, escenario recurrente de masas que se reúnen a profesar sus idolatrías a costo mayor.

En una ciudad de picos y placas no es extraño que un no tan tranquilo sábado de temporada navideña tenga las calles atestadas de vehículos que tragan asfalto mas que vacas su pasto, y que huyendo a la torrencial lluvia que por estos días hunde el espeso smog citadino, el transporte urbano que agoniza en momentos previos al inminente SITP se vea atestado.

Si quieres conocer el pueblo colombiano, súbete en un bus del servicio urbano”, rezaba la estrofa principal de una ochentera canción de corte popular y al abordar uno de estos marchitos aparatos, noté con innegable sorpresa que el comentario colectivo, no era el crudísimo invierno que conmisera hasta el mandatario rudo, sino el evento que yo mismo, en un acto de necia indignidad quería vivir.

El bus en que me subí llevaba también muchas almas que seguían la estrella y el anhelo de recomponer su paupérrima navidad con un golpe de suerte.

RITO DE APERTURA

Los peregrinos andaban los enlodados pasos, con miradas ausentes del mundo real, quizás recreando el momento sublime de pararse en la tarima a recibir el premio a su sacrificio; estamos enseñados por generaciones que el sacrifico es el abono a la redención y cada uno de ellos se sentía bendecido por esta condición; luego de un penoso ya estaban en el templo donde en un momento determinado se produciría el esperado milagro.

Todo ritual es sistemático, requiere de letanías, ofrendas y entrega absoluta al predicador, por lo que el de esta tarde-noche de sábado no podría recurrir a la excepción, y como toda misa que se deba respetar por tradición, las intenciones del día deben dirigirse a un objeto determinado por la acción de la misma….

El rosario de sorpresas continuó con un homenaje insospechado a la fuerza pública era el introito.

Apelando a la lucha en las selvas nacionales como motivo de acto penitencial y un breve discurso de ablandamiento moral al acto, la marcha militar se apoderó del tintineante fragor que las interminables gotas olorosas a oxigeno cargado de plomo y alquitrán producían como el cántico celestial que precede la iluminación.

Un panorama lleno de sombrillas maltrechas de rostros aguados y de temblores, ora de frío, ora de ansiedad, dio paso seguido al Kyrie Eleison, petición airosa a modo de “señor, dame la fuerza, dame la fortuna y dame tu bendición en la obtención de este milagro: señor, ten piedad”. La oración colecta fue la débil entonación de un himno nacional resquebrajado pro la falta de fe en las instituciones nacionales.

La prédica rompió el acto sagrado cuando anunció la participación de aquel artista cantaría para los fieles: ni en sus años de gloriosa admiración se imagino que este contrato inocuo lo llevaría a un abucheo unánime: la gente venía, se mojaba y sufría el rigor del frío para obtener un premio, y este no era precisamente un concierto gratuito que en otras condiciones recibirían con agrado. El tótem del esta tarde-noche de sábado no era musical :

“niego que las riquezas sean un bien: pues si lo fuesen, harían hombres buenos; ahora bien, como lo que se encuentra entre los malos no puede llamarse un bien, les niego ese nombre. Por lo demás, concedo que han de tenerse, que son útiles y proporcionan grandes comodidades a la vida.”

Y llevado del acto de ennoblecimiento por la causa por la cual le pagaron, hizo su show con estoicismo...interminable para el peregrino cansado, hambriento y necesitado del don de la fortuna.

Como entro se fue y el pago público, el aplauso fue tan frió como el clima de aquella jornada.

LITURGIA DE LA PALABRA

- “¿a que vinimos?”

- “!!a ganar¡¡

- “¿a que vinimos?”

- “!!a ganar¡¡

Las aleluyas comenzaron; el predicador anunció la razón de ser de este peregrinaje y la feligresía gritó al unísono que estaban allí, y que el milagro colectivo les correspondía en gracia.

Los 6 cupos al cielo estaban listos y servidos; la gente los esperaba así fuere que el guarismo sonase demoniaco, que más da, los caminos del señor son misteriosos…

Seguía lo homilía, los milagros estaban por obrarse.

El ansía se volvió el objeto visible de la alienación, y confundido entre los múltiples temblores, el tremolar de las manos con el fetiche de la fortuna entre ellas salió a relucir con su intenso color amarillo; una teatral parafernalia dio curso a la preparación colectiva; el ritual de fortuna comenzaría en ese momento, y en las rutilantes pantallas se exhibían el codiciado primer milagro.

La oración universal se elevó y los fieles se aprestaron al acto central

LITURGIA DE LA EUCARISTIA

El escenario se dispuso a la preparación de los dones y de modo ferviente, el predicador, conductor de la magia anunció con la experticia que se estila en el que ofrece ilusiones:

- E 5¡

- X 23¡

- I 41¡

- T 49¡

- ¿Les sirve?

- Siiiii (responsorial obligado)

- O 75¡

La señora de al lado guardaba el cartón amarillo del misal en su biblia personal y un casi imperceptible susurrar que sugería una plegaria de bendición, acompañaba cada anunció del que llevaba en su voz la combinación que - de ser correcta y completa – la podría en la diestra del dios padre de turno para la piadosa mujer.

- O 75¡

- X 16¡

- I 33¡

- ¿Les sirve?

- Siiiii (responsorial obligado)

- T 55¡

- E 2¡

HAY UN SALVADO, LO DICE EL ORACULO¡¡¡

Y el paroxismo se apoderó de la grey.

En el tablero aparecía una secuencia cabalística que tenía un dueño, predestinada para si desde que le fuera entregado, certificado absoluto de su pertenencia, único e intransferible.

Presa de la emoción que insufla una colectividad, un premio y la dicha, se sube la portadora del número de la bestia, mas, ¡oh¡ la bestia fue la señora que en medio de la euforia, su visión se nubló y quizás realmente vio en su amarillo cartón el numero que la llevaría a la primera de las glorias, dicen que cada quien ve lo que quiere ver.

Hubo algo de piedad por parte de la feligresía; la mujer fue tocada en su frente pero no se desmayó…el milagro no era para ella, no era la elegida, y con negra pena se bajó del atríl, suponemos que a mascullar su tristeza…y su vergüenza.

Luego del impase…

HAY UN SALVADO, LO DICE EL ORACULO¡¡¡

Y con escepticismo que traen estos impases se espero con impaciencia la aparición de verdadero bendecido.

Los incontables segundos se juntaban en una fila de zozobra, hasta que…

¡ALELUYA¡ AQUÍ ESTA EL ELEGIDO¡

El ciclo se repitió tres infinitas veces, no sin haber falsos elegidos y verdaderos marcados por la suerte, hasta que un nuevo cántico, esta vez mas aceptado, por actual y por convertirse en bálsamo para la tensión ardiente, lleno el aire por fin libre del incesante goteo; las palmas lo acompañaban sintió que tal vez las tres primeras revelaciones abría y mantenían un halo de esperanza que unía corazones, que dibujaba sonrisas y que alentaba anhelos. Los vecinos de hombro, apiñados a fuerza de espacio y necesidad de calor eran ahora grandes amigos que se daban apoyo, así supieran que en breves momentos sus vidas tomarían caminos distintos.

No estaba de mas desearles suerte, quizás ese hipócrita acto de generosa bienaventuranza, sería suma a la mía propia. Por una vez en el acto éramos todos uno.: la paz sea contigo.

Las esperanzas se redujeron a dos, la suerte a lo que quedara de esta migaja de fuerza de fe y a – verdaderamente – un milagro.

Dicho milagro se produjo, mas lejos de lo que yo hubiera querido, para dar abrazo beato a algún vecino (o para mi mismo) y en dos ocasiones la alegría se quedó en algún hogar anónimo.

RITO DE DESPEDIDA

“mariposas amarillas, Mauricio babilonia, mariposas amarillas que vuelan liberadas”

Así volaron los cartones amarillos luego de que se certificó el último elegido para la gloria pre navideña.

Y pegadas a esos cartones volaron todas las esperanzas que empujaron al gentío esa tarde-noche lluviosa de sábado.

La marcha final, con la promesa de un placebo musical y pirotécnico para quien se quedara, pero éramos muchos quienes el frío y la desesperanza nos empujaron al mundo real, ese donde no hay milagros sino trabajo escaso y mal pago y espacio para fantasear sobre un “qué hubiera pasado si…” única ilusión del que nada obtuvo.

Un largo camino a pie fue la garantía de regreso a casa, pues la turba que vivía más lejos ocupaba el escaso transporte que perezosamente transitaba por el mojado asfalto circundante del pulmón de la ciudad, todos sin excepción, queríamos salir en coche…pero solo lo pudieron hacer seis: los elegidos por el milagro.

Solo seis tuvieron ÉXITO; para los demás el éxito es solo un bingo; un juego de azar.

jueves, diciembre 02, 2010

HUMOR POLITICO Y CORRECTO

En estados como el nuestro, este tipo de publicaciones pueden generar censura; pueda ser que me chucen el blog, y que me hagan extinción de dominio, o que, me señalen como amigo de Chavez...preguntenmene cuanto me importan las anteriores opciones.
en un mundo libre, la libertad no consiste en decir lo que se quiere, sino en afirmar lo que se siente.
(por eso le chucé supágina)

lunes, noviembre 29, 2010

La página perdida.

¿Quién pudiera estar interesado en arrancar una página del libro de la vida de un ser anonimo,un cualquiera?
¿Nadie?.
No lo sé.
Solo sé que la habían arrancado y que ya no estaba más allí; que me hacía falta.
Pero la vida, como los libros siempre se encarga de recordar todo lo que a la memoria no le alcanza.
Fue entonces cuando supe que esa pagina perdida del libro de mi vida, aquella que no dejó el borde dentado de una página arrancada...

La había retirado yo,

porque había quedado en blanco.

domingo, noviembre 28, 2010

Bautizo de lluvia

“La lluvia en el pecho era su bautismo”
Return of the Dark night, 1989.

Cubierto por la bruma de la noche y por la débil luz de un faro, parado allí, impasible, la sombra nocturna hacia su acecho, alimentaba sus ansias de venganza: La reproducción diaria e imposible de detener, de cobrarle su pasado a todos aquellos que él creía que se lo estaban reconstruyendo.
Exhalando, inhalando, pausando a fuerza su respirar en la asfixiante caverna de su armadura; viendo, ojeando…releyendo su ciudad.
Su vieja ciudad.
Acechaba.
Fue entonces cuando la oscura sombra vio salir por el techo del viejo edificio del teatro una pareja con un pequeño que caminaba tomado de sus manos.
Y comenzó a recrear antes sus fríos ojos la nueva función que representaba su tragedia con inexorable exactitud.
Paso a paso.
Instante a instante.
Pieza por pieza.
El libreto: el de siempre.
Los actores: otros, no importa cuales…ó... ¿debería importar?...
Entonces el frio de su mirada y el calor de su tensión interior empañaron sus ojos.









Lloró.






Y el llanto se confundió con la pertinaz lluvia que azotaba el fracturado asfalto.

Así, volvió a tocar el prologo de su pasado.
Y volvió a escribir su juramento.
Luego la sombra extendió su manto y acompañado por la bruma…
Saltó.
Y, por enésima vez, el bautizo quedó conjurado.


Agosto 27,2000

mas allá de un homenaje evidente - y vaya que si lo es - también sigue la historia de la venganza; "ojo por ojo y el mundo quedará ciego
- Ghandi -
para aquellos que desde la venganza han creado historias para-lelas

EL VIAJE

Siempre he creído que lo mejor de un viaje es el viaje mismo, no la estadía en el lugar de destino.
Mientras se viaja se juega con la fantasía; se lanzan los dados que marcarán las probables facetas que el tiempo en el lugar de destino ha de configurar.
El viaje lo permite todo hasta la emoción de creer que será perfecto.


Cuántas veces no me sentí como el niño que se pegaba a la ventana de un bus a ver como el mundo le pasaba ante los ojos a mayor velocidad de lo que sus pensamientos se lo permitían: una imagen tras la otra alimentando su cabeza, el hogar de su fantasía.


Yo era ese niño.


Ahora veo que el viaje que se emprende, y el destino al que se quiere llegar en mucho se parece a la vida:


Entre más y más lo recorro aun mayor es el placer que me significa vivirlo y menor la necesidad de tocar el destino que a todos nos espera.

jueves, noviembre 25, 2010

La Advertencia





Cuantas veces les dije, les advertí el peligro, pero no me escucharon.
Y cuantas veces más se rieron porque me veía demasiado loco.





Les grite.





Les escribí en las paredes
Lo anuncié por la radio, prensa y t.v.
Incluso me metí en cada uno de ustedes y lo tallé en sus corazones.
Les dije que era un error, un grande y gravísimo error.
Pero no, nadie quiso hacerme caso.





Siempre me vieron pequeño, demasiado insignificante., y , por si fuera poco se encargaron de decirle al resto del mundo que estaba demasiado loco, muy muy loco.
Me faltó incluso subirme a la cima de una colina (vaya que me hubiera gustado hacerlo) y gritar a pulmón reventado sobre la ciudad a ver si les llovía en las cabezas y entraban en razón, pero no, nadie quiso escuchar.





Todo fue un esfuerzo inútil, todo fue…en vano.
Ya nada los salvará.





Ni yo ni nadie podrá evitar que sobrevenga la tragedia, y cuando quieran hacer algo para remediarlo…





Será muy tarde ya.




Recuerden todas las risas que profirieron después de mis palabras, con mis advertencias, cuando suceda no servirán de nada; ni siquiera me servirá reírme de ustedes, en contraprestación, pues no tendrá nada de sentido, y todo lo que puedan pensar será tristemente obsoleto…porque de nada servirá.





Cuántas veces les dije, les advertí el peligro, pero no me escucharon.
¡Siempre pensé que de alaguno de ustedes nacería la elocuencia necesaria para entender mis palabras¡





Ni con gestos, mímica ó cualquier otro argumento quisieron dar crédito a mi historia.
Si al menos uno, solo uno de ustedes hubiera creído en mi; pero no, nadie lo hizo…
Ahora, ya todo es inútil.





Y solo yo podré tener lo que siempre quise compartir con ustedes.





miércoles, noviembre 24, 2010

Leyendas de hombres y diablos


Supe de un hombre que quería venderle el alma al diablo, porque su vida giraba en torno a un luminoso diamante, y sentía que no podría vivir si no lo obtenía.
Solo lo separaba un cristal de la vitrina que estaba entre él y el brillante objeto de su obsesión, y el dueño de la joya, que la guardaba celosamente.
El trato era sencillo; el alma por el diamante. El alma no valía nada para este individuo sin el diamante, pero las leyendas decían que el diablo apreciaba y valoraba mucho las almas que le eran vendidas, de modo que no tenía nada que perder, pero si mucho por ganar: nada menos que aquello que le daba sentido a su anónimo existir

Caminando por una calle oscura con los pies en las baldosas y la mente en la imagen del diamante, se le acercó el diablo, disfrazado de vendedor de dulces, y una vez que logró entablar conversación, se reveló y puso las condiciones del negocio, que se estilaba muy cercano a lo que el hombre estaba dispuesto a pagar…caro precio pero, al final un intercambio, toma lo que quieres, dame lo que necesito.
El acuerdo fue pactado: el hombre sería dueño de un diamante, su anhelado diamante y el diablo seria propietario de su alma; lo que vino ese día a saber le hombre es que el maligno era el mismo dueño del diamante que tanto quería.
Una dicha inundo su corazón y sentía como el brillante frio de cada arista de la preciada joya entraba por sus ojos...Una enorme sonrisa fue el signo de que ya, por fin, obtenía lo que tanto ansiaba.

Ahora, el individuo tiene el diamante.

Pero ya nunca tendrá alma para entender para qué diablos tiene un diamante…

martes, noviembre 23, 2010

Teoria de la máscara



Está dentro de las máximas preocupaciones del ser, el encontrar la plenitud total. Felicidad, la llamarían algunos.
Pero en tan enconada tarea estos seres solemos olvidar que resulta mas practico buscar la manera de adaptarnos al ambiente y no modificar este en a favor de nosotros, máxime cuando el único mundo que queremos ver perfecto es el nuestro… ¿darwiniano, no?
La llamada “felicidad” no es otra cosa que la transformación de nuestras condiciones reales externas, a las expectativas que cada quien posee. Yo, por ejemplo sigo aferrado a una expectativa, y han sido tantas las ocasiones en que me he planteado lo conveniente o no de mantenerla, que en ocasiones me detesto por tener tan poco carácter para asumir ciertas cosas.
La debilidad parcial que ello denota es la primera barrera que otros al igual que yo tienen enfrente y, de otro lado, la felicidad.
No consiste pues en una debilidad mental ni física; nisiquiera emocional, sino en una escasa fortaleza para buscar alternativas “planes B” con los cuales retomar el curso de una vida feliz.
Por lo que se suele buscar ese valor escaso en el reforzamiento de algunas fortalezas del ser, como su capacidad de crear – o destruir – según sea el caso.
Tal recurso representa nada mas que un escape, pretender mimetizar esa realidad que no podemos transformar, pegarle un parche.
Y a través de ese ejercicio han surgido muchos hombres y mujeres importantes, que mientras se escapaban de su debilidad encuentran el camino de su máxima fortaleza, y tal vez fueron personas felices por ello… aunque solo ese o esos seres en particular conocen su procesión interior.
La evolución de estos hechos nos muestra una transición anhelo→ realidad→ debilidad→ desvío de esta→ fortaleza→ coraza→ máscara.
Tras la máscara esta el ser débil; algunos tienen una, otros, un completo ajuar.
El vestido de la debilidad es y será siempre una máscara, en ocasiones fuerte como roca, otras, flexible, algunas otras resistente al desgaste, pero indefectiblemente una máscara.
Incluso hasta la posición de parecer autentico y de creerse el cuento es una máscara que disfraza alguna bajeza, un componente blando de la anatomía de nuestra utópica realidad.
A qué músico famoso no le habrá pasado que llegó a ese punto de grandeza por escapar de un amor imposible→ su debilidad, y llego a la cima; o que pintor se dedico a plasmar sus frustraciones y resultaron ser tan universales que lo hicieron ídem.
O por si es solo coincidencia recordar al tipo blando de la clase que un buen día cambió de actitud y se convirtió en el eje de su propio ambiente; loado y admirado, respetado y querido, odiado y envidiado, signos estos últimos de algún grado de importancia social.
Ejemplos que a todas luces vislumbran un hecho que para mi es completamente claro: no ha habido ningún gran logro en la humanidad basado en la genialidad de nadie, sino en un momento de debilidad.
Si, la historia se hace con debilidades y máscaras, algunas más caras que otras.
Entendiendo la evolución del mundo, ya sea individual o social, bajo este criterio (o más bien regidos con fe en la anterior aseveración)el mundo nada sería sin los débiles que en su único acto de valor lo pusieron a girar a su acomodo.
Tampoco estoy abogando por la debilidad de nadie, aunque de pronto si la mia, pero veo que el arte de construir mascaras no es de valientes
Primero, porque no lo necesitan.
Segundo, porque no existen.
El día que dibuje el primer boceto de mi mejor mascara estaba en un momento tan grande de debilidad que solo e esa mascara veía la oportunidad de sobrevivir.
Como si yo fuera de cera y un fuego cercano me estuviese derritiendo irremediablemente y creyera que haciendo un nuevo y buen molde me permitiera sobrevivir.
El día que visualicé mi primer gran máscara había llorado y renegado de mi debilidad tanto que incluso pensé que esta no me dejaría nisiquiera hacer el primer trazado de mi boceto…
Pero surgió mi único acto de “valentía”, así que…
Tomé papel y lápiz y con denuedo comencé a cruzar y cruzar líneas; borraba, rayaba; lo intentaba de nuevo. Ensayo y error. Como se estila en el lenguaje científico.
Hasta que en la hoja arrugada y pálida surgió algo con cierta forma, y lo que ante mis ojos tenía, pareció ser la solución.
Pero como se dice coloquialmente, una cosa es lo que está en el papel y otra muy diferente es la que debería estar recreada por fuera de este.
Porque aunque el dibujo fuera estéticamente bello, matemáticamente perfecto, racionalmente lógico, era materialmente imposible.
Así que continué trazando y dibujando y haciendo y deshaciendo y trazando y borrando…intentándolo.
Hoy, creo que mi vida se mueve con un intento como motor y una debilidad como tracción; viendo y releyendo cada día que pasa mi primer boceto y sus subsiguientes, siempre queriendo ser cualquiera de ellos, porque aún siendo experimentos, son los moldes en los cuales me quisiera verter.
Mientras tanto, vivo en esta máscara que me hace un tanto feliz (ó…un tonto feliz).
Pero las mascaras por fuertes, flexibles ó resistentes al desgaste, alguna vez se rompen, y antes de que eso suceda debo elaborar una nueva.
Por ahora mi único remedio, escape y ruta seguirá siendo escribir.
Medellín, noviembre de 1.999.





domingo, noviembre 21, 2010

El crítico en su laberinto





Había querido dedicarse a las letras.


Y de seguro no le hubiese ido tan mal, habría tenido algún reconocimiento, pero como le sucede a todos aquellos que quieren hacer algo de sus vidas, no es lo que se haga, sino el camino que se tome para obtenerlo lo que determina como le va a ir.
Se dedico a la crítica de otros libros.
Quería, sin duda alguna, levantar algunas ampollas, hacer las gracias de Cronos frente a Urano o de Zeus frente a Cronos, parricidio literario para ocupar sus lugares.
Entonces abrió un blog.
Y cada semana afilaba su aguijón, procesaba su ponzoña visceral y enfilaba a aquel titán que le pudiera ofrecer alguna razón para darle pelea.
Para hacer más rimbombante, más tenebrosa su avanzada tuvo que reconocer que su nombre era absolutamente anodino y se encapuchó en un nombre sustancialmente más efectista, más dramático.
El nombre, lo sacó del hermano de un escritor irlandés (aunque, empero, ponerse el nombre del hermano de un escritor de mayor talla, en ultimas era hacerse más anodino), y el apellido de un retruécano (o quizás un error de transcripción) de un científico que nació casi en el mismo paralelo pero muchos kilómetros al este que el hermano del escritor, el irlandés. Con el tiempo dejaría ver en sus textos que algo de alquimista tenía como camino frustrado.
Las letras le salían, supuraban, dirían otros (los autores que aporreaba con su verbo) y pudo escribir muchas columnas.
Hacer esto traía sus gratificaciones; por una parte, podría preciarse de ser un lector consumado de grandes autores, lo que le daba cierto aire intelectual muy bueno para excitar feromonas femeninas (y masculinas, por si su señor Hyde se lo exigía) por otra parte, de ser un valiente lancero que atacaba molinos de viento inamovibles del mundo editorial, y desde otro flanco, hacerse a un público, en todo caso inferior a su capacidad de escribir que admiraba ídem condición.
Quizás sus letras no eran tan eficientes, porque cada narración le acompañaba de un fotograma (descolgado de internet, por supuesto, hoy en día es así), donde casualmente se repetía un esquema: una mujer desnuda era protagonista del testimonio grafico de respaldo, una vieja estrategia de mercadeo, tan vieja que así fue como la especie humana plagó esta tierra…Y todas las demás especies animales también.
Por cierto, la foto de su perfil era la de una mujer que ciertamente recordaba las actrices porno de los 70´s, una pecosita sonriente en traje de baño.
Eso le daba un velo más misterioso a su existencia literaria: ¿sería una mujer? ¿Sería un hombre oculto tras la foto de una mujer y un seudónimo masculino? ¿Sería un alma en el cuerpo equivocado? (esas cosas suelen alimentar la leyenda)
Hace poco ganó un premio…el derrotero que se había trazado tuvo algún paupérrimo fruto (en tiempos de hambre, una castaña es una deliciosa manzana)
Y su pecho (¿o pechos?, ver reflexión precedente) se había hinchado como el de un pavo en celo.
Ahora había ganado un escudo en su menaje de guerra de letras, y la luciría con desenfado y una pizca de vanagloria…algunos detractores dicen que critica porque se siente incapaz de tocar el Olimpo de sus criticados, otros porque fue desterrado del edén. Es un alacrán acido que pica otros cuerpos porque sabe que si pusiera su aguijón en sí mismo, no lo mataría el veneno, sino saber que no hay nada que mate más, que aquello con lo que vivimos en nuestro interior.
Basado en hechos y personajes reales; cualquier parecido con la realidad, lo hice a proposito.

sábado, noviembre 20, 2010

Cronica de una traba

LOS REFLEJOS EN LOS OJOS DE UNA PSICODELICA JORNADA A TRAVÉS DE UNA VENTANA (por extensión)

Ó
LA CRONICA DE UNA TRABA
(por comprensión)

Chapter I. curriculum vitae


NOMBRE: Oscar - Narvik Harmann Navarro
EDAD: 35 años.
LUGAR DE
NACIMIENTO: Bogotá.
PROFESIÓN: músico a medio hacer.
ESPECIALIDAD: violín.
LUGAR DE
HABITACIÓN: una apartamento pequeño, segundo piso, en la carrera 13ª con calle 22, esquina.
ESTADO CIVIL: soltero, no se sabe, debió haber alguien en su vida alguna vez.
FILIACIÓN
RELIGIOSA: católico, por parte de mamá, luterano, por parte de papá, por su cuenta, ecléctico.
VICIOS: dos, a saber; la música de Bach, taverner, Jarré y Jethro Tull, una, la segunda, cannabis sativa.en exploración.
OCUPACIÓN ACTUAL: en transición emocional; introspección a su propio yo.


Chapter II. la ventana
“Las lluvias no han cesado.
Es noviembre del 2.00...no me acuerdo y desde octubre llueve como no lo hacía hace veinticinco años.
Las calles aledañas a mi hogar me hacen sentir mas europeo que lord Byron; días oscuros como los de Londres, agua en las vías como en Venecia, el vaudeville parisino que se presenta a diario en las calles donde la gente corre, los autos salpican y nadie se saluda con nadie, a mis espaldas, el centro de la ciudad, ese pedazo que solo tiene de europeo, la arquitectura de la calle 13 entre 9ª y 5ª, pero que por muchos años fue nuestra Atenas.
He dejado el violín recostado junto a la litera estrecha donde doy solaz de vez en cuando al sueño cuando no me dejo agobiar por el que dirán de mi propia soledad.
Cae la tarde sin mucho aspaviento; de hecho la tarde cayó desde las once de la mañana cuando comenzó a llover, y me di cuenta que en la alacena no había nada: cero pan, rastros de mantequilla en el celofán de su envoltura, solo un poco de café...no milk today.
El café, fue, pues, mi única compañía y este artilugio de sonido con mas de diez años en el mismo estante, donde aqualung se repetía por periodos constantes, cada hora diez y seis minutos, luego de que sonara cadenciosamente boréu de Bach, en la grandiosa flauta de Ian Anderson; mis dos almas al tiempo, en formato AAD: el bello clasicismo con los dedos entrelazados con la modernidad.
Desde la ventana esquinera – la única ventana de mi habitación – puedo ver la vida burda de Bogotá, el epicentro de su mas caída tradición.
Las prostitutas jóvenes y de cuerpos desvencijados por el trabajo, riéndose de su propia tragedia; amparando por una propina a los rateros que se esconden en las feas piezas donde estas trabajan y guardan el producto de su rapazo, el indigente que se pega de un frasco de pegante como asmático de una bala de oxigeno: para vivir un poco mas, esa cabeza que emerge del lado del volante del transporte urbano, para proferir el grito: “fue que compro la vía granhijueputa????!!”, a la temerosa señora sesentona que maneja un carro estrato tres por entre los cinco carriles imaginarios norte – sur que se trazan en la angosta carrera trece; la niña bonita de cara curtida que con talega en mano ofrece dulces a los pasajeros del bus que se lo permita, y que se ampara de la lluvia junto a una putita joven que la hace ver como una prostituta mas; una dulce prostituta que se ofrece a la calle no teniendo mas que hacer.
El agua que cae, hace que, como si este paisaje fuese un cuadro a la acuarela, se desdibuje conforme pasan las horas...desde esta ventana, veo como la ciudad se derrite, muta, se transforma, en pedazos de gente cuyo único rumbo es vivir unas horas mas.
...
El vapor del café que recién ha hervido empaña el panorama, y con la manga del saco, como parabrisas de auto viejo, limpio un trazo para poder seguir viendo el pedazo de ciudad que me toca como salvapantallas.
Se que el café no me permitirá mas que mitigar el frío, y esta escena ventanera, recordarme sin misericordia que la ciudad que tanto quiero es un despojo, que lo bello de ella es solo el ladrillo y el estuco, pero que por los lados del alma se halla podrida y carente de amor..como yo.
Algo se debe hacer: quiero enajenarme.


Chapter III. solo un cigarro…(fumando espero)

...solo un cigarro, calma mis penas, cuando tu tardas en llegar...solo un cigarro, me acompaña/ si es de noche, me quita el sueño, si es de día, oscuro está../
una canción que solía oír mi padre, de Pastor López; nada de mi gusto, pero cómo me lleva a épocas....

Hace mas de una década, en mis años mozos de la universidad, tenía un grupo de amigos que, en la causa de tener una identidad propia, quisieron autodenominarse el parche decadente; una logia de soñadores (porque no hacían mas que soñar)que pastaban todo el día, capaban clase y, en un de vez en cuando bastante frecuente, se dejaban llevar por el cándido pero mordaz fragor de la yerba: fumaban demasiada marigüana como para ser verdad, y le tenían toda suerte de motes cariñosos para llamar a su verde- amarilla compañera: mota, ganya, joen, ástero ,mari, juana, bareta, cacho, barillo,...alias para la misma rutina de darse en la cabeza... ¡si¡, desde entonces, y muy de vez en vez, permití que esta alucinante hoja seca me llevara por senderos raros, llenos de nada y vacíos de cualquier estado emocional que me pudiera atormentar; desde esas épocas conocí el camino de los ancestros para llegar a verle la cara a Dios cuando no tenían forma de vivificarlo en su diario vivir. Nosotros, fuera de que podíamos tocar el cielo con las manos, nos recreábamos en extensas jornadas sodómicas dentro de nuestro propio mundo: la matriz de todos nuestros sueños de escape se abría por el tiempo que la traba durara. Era hora de dejarme llevar por el pasado, y, si podía, intentar volar.


En el la parte alta de la alacena yacía, como olvidado por el tiempo y la búsqueda de la cordura, un cigarro artesanalmente formado por la experta mano de Llanos, colino consumado que en el arte de hacer cigarrillos, con papel de arroz y taqueados de yerba, era el mejor.
Se quedó el cigarro allí, una ocasión que, luego de una juerga monstruosa de mas de tres días, mi entrañado amigo se dejó pilotear por la paranoia y un cuento de lo mas de raro, tanto, que solo el mismo podría saber de que se trataba, y salió corriendo de este apartamento, para ser hallado horas después junto al parque Nacional, pidiendo dinero para regresar a su casa en la lejana Suba, tan al norte como se regaba por esos lados Bogotá.
Incólume al paso del tiempo, y mas rubio que nunca, descubrí el vestigio de un tiempo que se había quedado atrás y que no supe como ni donde.
...
no sé, no me hallo, lo tengo en las manos y no se que hacer con el, si arrojarlo por la ventana y dejar que un furibundo adicto callejero se lo fumara y recogiera parte de mi pasado en el humo que del barillo saliera, o llenarme de ese humo que en mas de una ocasión me enajenó de la sórdida realidad que me turbaba, “para cancha de perro, pelo del mismo perro,” como dijera mi mamá en su coloquial lenguaje, entre mas lo tanteo, mas siento ganas de incorporarlo a esta espesa soledad que propicia la llovedera bogotana de fin de año...juego con un encendedor (yesquera, dijera mi abuelita), lo enciendo y vuelvo y lo apago, lo paso sin cesar sobre la superficie del cigarro y siento que su fuerte aroma a locura se hace mas fuerte aún: en un arranque de falta de dominio, lo pongo en mi boca y mientras en el otro extremo la candela aviva la llama fulgurante del cigarrillo mientras succiono...veo como el humo y su hedor comienzan a inundar la habitación, conmigo dentro...y la visión que tengo, en la ventana se hace mas lúcida, mas viva y mas llena de un nuevo color, que no se como explicarlo, solo se que esta aquí, ahora.


Chapter IV. con el humo en los pulmones...(tu Nombre me sabe a yerba)
Marihuana,

“Nombre común del producto obtenido de las hojas secas y las flores de la planta del cáñamo, Cannabis sativa. Esta droga se fuma o se mastica por su efecto alucinógeno y narcótico. El ingrediente psicoactivo de la marihuana, el tetrahidrocannabinol (THC), se concentra en el centro de las flores.”

Cada fumada me llevaba a espacios y tiempos idos.
Cada aspirada del fuerte olor que emanaba el cigarrillo me decían que no, que estaba mal lo que hacía, que eso, como la masturbación, eran cosas que se tenían que quedar en el anaquel de la pre juventud, pero el otro lado, el lado oscuro de mi razón, no me permitía dejar de hacerlo; si aún con la vejez a quince pasos de mi vida, caía en los devaneos manuales, cuando la soledad y la falta de compañía me abordaban...¡porqué temerle a un inofensivo cigarrillo de hierbita que , a lo sumo, me sacaría una o dos horas de estas llovida realidad??
Ya que. Era llorar sobre la leche derramada, y sobre el humo que, estas alturas, me llenaba los pulmones tanto como yo le permitía. Y eso era mucho.
...
un rato de absoluto silencio.
Tanto que ni las gotas que golpeaban la ventana me dejaban oír su tac – tac - tac...
Solo podía oír la combustión en el extremo encendido de mi bareto, y la explosión del humo al salir expulsado de mi, en bocanada amplia que fabricaba nubes enteras en el cielo en el cual ya me hallaba flotando.
Era, en este momento, una cálida sensación de ágil fuerza, de ver como, en el silencio provocado, las gotas crecían en tamaño y furor, y el golpeteo en la ventana se alzaba como un heavy metal rítmico que me hacia latir mas y mas el corazón: “i was made for loving you, babe, you was made for loving me..” parecía ser la letra que se desbordaba de cada gota en el vidrio de la ventana y la exultante marea que agitaba mi cerebro.
La gente de la calle corría sin ton ni son, pero eso, para mi era armonía pura; quería mas que verlos, meterme a sus almas y sonsacarles qué los hacía mover, conocer su motivación y despertar a un estado de conciencia que me dejara ser todos a la vez, y con ello poder ser el dueño del mundo por este breve instante...

Chapter V. un paseo por las nubes

Efectos,

“Sus consumidores describen dos fases en los efectos: primero, estimulación, mareo y euforia; y después, sedación y tranquilidad placentera. Los cambios de humor se suelen acompañar de alteraciones en las percepciones del tiempo, del espacio y de las dimensiones del propio cuerpo. Muchos consumidores refieren aumento del apetito, aumento de la percepción sensorial y sensación de placer.

Los efectos negativos incluyen confusión, ataques de ansiedad, miedo, sensación de desamparo y pérdida de autocontrol. Los consumidores habituales de marihuana pueden desarrollar un síndrome amotivacional que se caracteriza por pasividad, disminución de la motivación y preocupación por la dependencia de la droga. Como ocurre en la intoxicación por alcohol, en la intoxicación por marihuana se produce un deterioro del juicio, de la comprensión, de la memoria, del lenguaje, de la capacidad para resolver problemas, del tiempo de reacción y de la destreza para conducir.”


La luz del sol, la poca que queda, se desvanece.
Las nubes grises cargadas de agua y tempestad comienzan a cerrarse alrededor de mi ventana, amenazantes, llenas de su natural furia; el heavy metal, se vuelve hardcore industrial y el rechinar sobre la lisa superficie vítrea me dice que algo está mal.
Siento un inmenso grado de temor invadirme y la gente huyéndole al agua me parece una escena Dantesca, donde gárgolas y dragones queman con ácido fuego liquido sus cabezas y los hace correr; el calor, parece, que deja el hervidero fluido en la superficie del pavimento, los hace brincar de un lado para otro, y hacer del periódico con el que buscan empleo, un paraguas inútil que se deshace con la tenaz arremetida en sus tristes y desamparadas humanidades: Bogotá es una nueva Gomorra, condenada por la falaz vida de sexo prepago y cuchilladas en cuellos ajenos a la cuadra por quitarles el celular; ignio fatus cae para decir que hay un juicio final en cómodos capítulos que duran una pertinaz lluvia, y la mente se quiere salir de la bóveda craneana de mi cuerpo, se hincha mi corazón y le tengo miedo al Poseidón urbano que arremete contra la ciudad.

La visión por la ventana, aparte del miedo que me insufla, es ahora el de un cielo infernal, lleno de nubes oscuras y mas oscuras intenciones de acabar con lo poco que queda.

Chapter VI. el reloj se ha dañado..(...no marques las horas)
/...por que voy a enloquecer.../reloj, detén tu camino, porque mi vida se acaba.../

la única canción que pude interpretar en la vieja guitarra que yace en el empeñadero de enfrente.
He perdido la percepción de lo real.
No se cuanto llevo en este trance .
No se cuanto falte, se me olvido que esto suele acabarse.
Parece una pesadilla, pero sé que no lo es.
Tampoco se si es realidad, o donde se rompe ella para dejar de serlo.
...
¡es esto verdad¡¡
¿es que se me olvidó pilotear una traba???
Tantas veces he oído decir, a los seudoprofetas y predicadores malolientes de la carrera 10ª que “el fin está cerca” que preciso cayó justo en el momento en que me dejé sacar el alma del cuerpo y ya no puedo hacer nada...
“arcángel Gabriel, baje a tocar la trompeta; es hora de juzgar vivos y muertos.
Ah¡¡, a ese que está ahí, júntele alma y cuerpo y dele la sentencia: así no pagaran dos por los mismos crímenes...”
¡No¡
merezco un juicio.
Llegaron las valkirias vestidas de verde, y con atorrante pretensión golpean con sus falos de madera a los sucios- desteñidos gamines que corren a esconderse en el alar de debajo de mi apartamento; a sacarle el quite al agua que como ácido los caiga y, por añadidura, al hematoma que deja un bastonazo en la cabeza y no deja crecer mas cabello...como en las pedreas universitarias que siempre veía en la tribuna, tomando coca-cola y fumando Caribe, la calle, mi acera se hacía una revuelta fatal.
Esto no es un torneo de ajedrez; ¡pongan a marchar el reloj!!
Solo así saldré de esta mala pesadilla de hidrotetracanabinol.


Chapter VII. háblame, plantita.
“No tengo que decirlo porque se me distingue a leguas: soy feo, tímido y anacrónico. Pero a fuerza de no querer serlo he venido a simular todo lo contrario. Hasta el sol de hoy, en que resuelvo contarme como soy por mi propia y libre voluntad, aunque sólo sea para alivio de mi conciencia”...
Gabo; Memoria de Mis Putas tristes.

Me retiro de la ventana.
Me retiro al rincón donde emana la música, que al acercarme, siento que se aleja y lucho por alcanzarla, quiero otros sonidos.
Veo el Cephalocereus senilis, la barba del abuelo escurrida junto a la loza intentando decirme algo con ese vaivén que la convierte en una ola verde que me dice que no estoy solo y que ese Bogotazo que se gesta abajo solo es producto de mi febril imaginación; de mi imaginación exaltada por su pariente lejana, la sativa, la oveja negra de la familia verde que el siempre me dijo “escoge mejor tus amistades, conmigo encontrarás consuelo y consejo; con Maria Juana, tu perdición, o por lo menos, un gran dolor de cabeza...aquí está el redil de las buenas acciones. No te manches, buey”.
La música se detiene y sigue, se detiene y sigue y en este estado no veo bien tanta atmósfera de ensueño; necesito que las notas se aceleren y me conviden a salir de esta chonchera tan espantosa; busco con torpeza entre mis cd´s mientras la barba me dice cosas que no presto atención, pero que parecen un regaño, y mientras la planta masculla encuentro a Santana (que entre otras, hace lo que estoy haciendo, pero con verdadero control), y lo invito a que me acompañe, mientras la barba del abuelo me echa la madre; “de Aranjuez con amor” me resulta muy lenta y hago brincar el plástico brillante hasta “Soul sacrifice”, track 16, y siento tanto tambor que me animo a querer buscar la puerta que me saque de esta traba tan atroz...

Chapter VIII in crescendo, hacia abajo
La ventana de Nuevo.
Ahora parece una escena de Woodstock; el Vietnam ya pasó y la gente de la mojada calle, con batas de colores y longos cabellos brincan de alegría, repasan el pavimento y se elevan por la reja del parqueadero, como buscando a las palomas que se refugian el arbolito de antiguo que crece en la acera sur – occidente.
Entre un quince y un diez y siete de agosto transcurren los segundos que preceden esta visión: todo llega como un feedback de la memoria y espero con tranquilidad a que Santana haga su agosto en mi cabeza; que haga llorar cuanto mas pueda su guitarra y condene el instrumento a cargar con la desazón que me inunda,: que logre en el sonido revocar la sentencia de este viaje maluco y lo convierta en partitura volátil que se diluya en el vaho que afuera chorrea; debo salir de aquí.
Debo dejar que el agua del cielo como bautismo de sangre H2O lave y funda la tormenta que a mi mente aqueja y se que saliendo a la calle, abañarme un poco de Bogotá, justificará mi mala acción: expiará mi culpa.

Chapter IX. cantando bajo la lluvia
No soy Gene Kelly, pero me pego del poste de luz amarilla que queda en el separador de la Caracas, doy un giro y miro al cielo: ¡que película en la que ando! Estoy viendo el mundo en 35 m.m¡¡.
El agua que se aloja en lo permeable de mi camisa de cuadros me evoca la humedad sensible que deja una noche de pesadillas donde el sudor resbala sin pudor por todo mi pudor , pero también me hace presentable para sentir a Antonio Amati, prodigarme una suave melodía al oído, mientras giro alrededor del poste de concreto.
La lluvia se hace mi compañera, y un tanto, mi amante, porque me toca, me acaricia y escudriña mi interior sin que me haga sentir miedo: me protege de la ciudad, y retira ese sabor a smog que satura mi olfato.
Le debo mucho a la lluvia, además porque es el primer baño que me doy en mas de cuatro días de depresión.
Por eso canto, que es algo que no se hacer bien, lo mío es el violín; le canto a la lluvia para rendirle tributo, y porque me está sacando de esta turca insensible que tanto sensible me ha puesto.
Ha aliviado lo tostao´ que tengo el cerebro y que hace chiiissss!!!, suelta vapor y se pierde, seguramente para fundirse con el smog plomizo, que hoy perdió el partido, jugando de local.


Chapter X. en esta puta ciudad

“la Acrópolis oficial supera las concepciones más colosales de la barbarie moderna. Imposible expresar la luz mate producida por el cielo inmutablemente gris, el resplandor imperial de los edificios, y la nieve eterna del suelo.”
Ciudades;,Rimbaud
Bogotá se ha vuelto apacible.
El rumor de la lluvia parece cesar.

“cesó la horrible noche”
La horrible tormenta , diría yo, esa que comenzó como una aciaga premonición de fin del mundo, que dibujó y ambientó varios episodios, pero que cuando se fue haciendo historia, dejó caer su nobleza, al final. Por eso los viejos tiene como dicho que “después de la tormenta, la calma”.
Pero la ciudad sigue igual, el lavatorio, la purga liquida no ha servido de nada; han de ser rezagos de mi turca, pero Bogotá sigue siendo la maldita ciudad, que, como el demonio, tiene la cara bonita de la calle 26 - por donde llega el turismo “bien” -, el parque Nacional, motel gratuito de maricas y doncellas estrato 1, y los nobles edificios de la Jiménez...pero cuando quiere mostrar su hediondo rostro, muestran la cara de Sierra Morena, Patio Bonito, Puerto Bollo; detrás de la estación de Transmilenio de la calle 22, aquí cerquita, el malevaje de las Cruces, el Dorado, el Guavio Y Girardot...
Así es esta puta ciudad.
Le digo así porque Gabo me dio licencia, para salvaguardar la censura.
Bogotá, la puta ciudad que es de todos y de nadie y que se otorga en la medida en que pagues por ella; entre mas dinero haya, entrega el full service; cuando escasea, te cobra con creces el ser pobre, y te confina a un Cartucho...donde quiera que esté.

Chapter XI. una cruz a cuestas
Rehago mis pasos. La ciudad me dice que está muy oscura para que un ciudadano cobarde como yo la ande.
El frío del agua me dice, también, que debo regresar a mis cuatro paredes.
La turra, ha cesado, queda un poco, lo sé, pero se que ya se fue y me deja como un amargo recuerdo, las imágenes aún flotando en mi memoria, y una horribilísima seca en la boca que parte mis labios y absorbe toda la saliva que ella produce. Otra vez el agua será mi salvación.
No hay tiempo para mas reflexiones: tengo por certeza que lo que he hecho, ha sido malo.
Me deje llevar por el instinto, y por eso debo cargar la cruz de la autoculpabilidad durante..no se, mucho tiempo.

Chapter XII. el retorno
“como el niño jugando con deshechos del hombre.
Papel coloreado o pedazos de vidrio ,a los que su imaginación da vida mágica,
Y goza y canta y sueña
A lo largo de días que las horas no miden,
Así con tus recuerdos.”.../
El retraído; Luís Cernuda
...
Entré a mi aposento luego de lamentar la niña que no tiene mas de quince pero hace mas de tres entregó su virginidad a un gordo manteco de cadena en cuello que le pago veinte mil...y le pidió rebaja, para llevarse mas barato su preciado don: el don de la ingenuidad. Me saluda con la cabeza gacha, como todo aquel que perdió el valor para dialogar con los ojos. Me siento un poco así, luego de la faena psicodélica.
La barba del abuelo, aún me espera; Santana , no. El ya se fue.
¡Cómo me hubiese gustado atender las palabras del verde barbado que está junto al equipo¡¡¡
ya es tarde, eso lo sé, pero queda, cuando menos, la escarmienta brutal de saber que dejé mis sentidos en manos de la instintiva ruta que pinta el sendero verde de la enajenación.
El ya no me hablará mas ¡las plantas no hablan, por favor!!..debo charlar conmigo mismo y ser juez y parte de la implacable evaluación que es obligatoria, sobre todo cuando la culpa a la que uno mismo lo somete no deja dormir bien.
Entonces, pues, dejaré en manos de la almohada la sentencia que me será dictada mañana, cuando el sol clareé y me diga si soy culpable de permitir que mi conciencia tuviera dueño por treinta o cuarenta minutos.”


Chapter XIII. alma muerta, ce´st fini
“Assez vu.
La vision s´est reencontré á tous les airs.
Assez eu. Rumeurs des villes, le soir, et au soleil, et toujours,
Assez connu. Les arrets de la vie. – o Rumeurs et visions!!
Depart dans l´afecction et le bruit neufs!!”
Départ; Rimbaud
Y lo que queda de la noche se va, mientras Jarré toca magistralmente Equinoxe part III, como arrullo postrer al atribulado infractor de su propio cuerpo; lo duerme y le da la paz que ni la realidad ni la sicotropia le brindan: la paz que siempre brinda el sueño.

¿A como la bicha?



Los tiempos en que la droga se vendía en los bajos fondos son tiempos idos. Este terrible fenómeno ha permeado todos los rincones; no se les haga raro que un día encuentren éxtasis en una fiesta popular en Chinavita, o en una chichería de Somondóco.
Anteriormente en la ciudad existía lo que se conocía por “ollas”, expendios permanentes donde los viciosos se encontraban para conseguir su mal.
La Calle del Cartucho era la olla mas conocida y tenebrosa de la capital; en una de las frecuentes redadas que la policía efectuaba, la variedad y cantidad que se decomisaba era asombrosa.
Con los cambios que tomó Bogotá se hizo menos intensivo el mercado de droga en el Cartucho, mas no se eliminó.
Los bares y las discotecas son otros centros de distribución latentes. Amparados en la oscuridad, papeletas de perico, marihuana, pepas de éxtasis y otros narcóticos de uso extendido se consiguen sin problema.
Con los controles que la policía efectúa se ha hecho mas difícil el expendio, que ha volcado en alternativas mas eficientes para que el mercado no pare.
Estaba investigando el comercio sexual en la zona del siete de agosto, lugar reconocido por tener variedad de centros de esta actividad, bares y demás negocios, cuando me acerqué a un vendedor ambulante a comprar un cigarrillo. Eran las 12: 17 a.m.
Mientras encendía el tabaco, se acercó un tipo de unos 30 años, cabello largo y algo desgastado por el trasnocho y la noche. Cuando pensé que pediría un cigarrillo y aliste el encendedor para pasárselo, le dijo al ambulante “parce, a como la bicha??”.
De la parte inferior de la caja donde ubicaba los dulces, chicles y los cigarrillos, sacó una pequeña papeleta de no mas de 3 centímetros, cuyo contenido no se podía apreciar: “ a dos quini”, sancionó el vendedor, quien recibió pago y entregó la papeleta.
Decidido a conocer el contenido del paquete, me arrimé de nuevo al jíbaro clandestino y pregunté de la misma forma que el anterior consumidor.
El vendedor ambulante, me dijo, acercando su cabeza a la mía y con extrema cautela: “ le tengo perico, chino, también hay estaisis”,
Intrigado por la insólita mercadería, indagué los precios: el perico, cocaína rebajada, valía a $3.000, las pepas de éxtasis a $15.000.
- No, deme una bicha mas bien.¡quería saber que era una bicha¡ y lo que me entregó fue una papeleta de marihuana...olorosa, quemada.
Advirtiéndome que no me la podía fumar ahí, y retirándose con rapidez, se entregó a pasear el andén ofreciendo lo que en el cajón se veía...
Supe que el vicio también se vende por la calle, a ojos de los peatones, pero con el cuidado que este negocio requiere para seguir vivo.
Esto d querer conocer las calles capitalinas me ha dejado amigos, gente que simpatiza con lo que he estado haciendo, solidarios con mi brega, y uno de ellos, un vendedor de discos compactos de la carrera 9ª con calle 18 a quién le comenté el suceso me dijo que eso era lo mas normal y que incluso ahí mismo en la 19 se conseguía lo que fuera: pepas, heroína, hachís, bazuco...
“venga, mi hermano y le doy una vuelta..Mario, le recomiendo un momentíco que ya vengo..¡¡” y se puso su ruana chiquinquireña y me tomó del brazo. “le voy a enseñar a mercar”.
Sobre la calle 19 frente a un parqueadero que queda arriba de la carrera 8ª, junto a un puesto de revistas se parquea una señora viejita de mas de 60 años. Don Luis, como se llama mi amigo del rebusque, se le acercó y en mu y baja voz le dijo: “vea, este paisanito es amigo mío. Mire a ver que le ofrece.”.
La señora muy amable me sonrió y me empezó a ofrecer su catalogo verbal:
“vea, le tengo marimba a $1.500, perico a $2.000 es del bueno, rubinoles a $2.500 cada uno, caspa a $1.500, coca de la fina a $5.000 la felpa...no, éxtasis no tengo, pero allá en la plazoleta frente al colombo hay uno que las vende para los que van al “Edificio”, un bar que queda por ahí cerquita, pero es mas carero...”
Arguyéndole que eso era lo que quería, y ya con la venía de Luís, me dirigí a la carrera 3ª , al lugar indicado, y con las señas proporcionadas pregunte por Samuel; el mismo Samuel me contesto con recelo y le dije que iba de parte de Luis bla, bla, bla, bla.
Ya mas sereno, me dijo que tenía chispas, lentejas y otra cosa que no recuerdo, un poco opacado por el susto y la cara de Cometotes del tal Samuel. “le tengo desde $15.000 que es para los amigos, pero si me lleva varias se las dejo a $12.000 las mas baratas.”
Instantáneamente me ofreció ácidos y Mandráx...drogas que sabia que existían pero que nunca había visto en directo.
Mi intención no era comprar, por lo que por seguridad me escudé diciéndole que era que una fiesta y que mis amigos y que...mas blablablabla...corrido y haciéndole la charla a ver si soltaba sopa.
La verdad, nunca pensé que alguien que vende drogas fuera tan confiado, pues en ese ratico, que no pasó de 20 minutos, me dijo donde podía conseguir hasta abortivos...mejor dicho, donde yo fuera policía ya tendrían a ese man encerrado por años.
La venta de droga por la calle es un hecho, un hecho contundente y terrible, pero mas lo es donde uno se va a divertir, a tomarse un traguito o a escuchar música con la novia.
En la escala de estratos hay de todo, como se ha podido ver, y hasta la rumba es permeable a este hecho.
Lo que se vende por debajo de la mesa en los sitios de rumba de Bogotá, vale y sirve según el público que asiste: hay droga barata, bazuco en el sur, y droga de diseño carísima en la zona rosa.
Por los lados de la primera de mayo, hay ciertos bares donde se consigue el perico, forma rebajada de la cocaína desde $1.000 una papeleta tan grande como una uña del dedo gordo.
En un bar ubicado en la carrera 14 a media cuadra de la 82, se compra tranquilamente ácidos a $12.000...quién me lo dijo me recomendó que no comprara ahí pues era de mala calidad, pero que en la 85 con 13 había una que “es una gloria” a $20.000.
Los Jíbaros que venden en los bares suelen ser clientes habituales, muchas veces a espaldas de los dueños del negocio. Pero estos, en otros casos tienen la venta de drogas como segunda entrada y se sabe que hay muchos clientes que solo van a comprarla, y que les toca consumir un trago o una cerveza para camuflar la compra. Negocio redondo.
Las universidades también se han convertido en centro de distribución y de manera preocupante los de mas consumo. Con la misma modalidad que los bares, la droga fluye tranquilamente por las aulas.
Ya se ha mencionado el caso de la Universidad Nacional, aupada por su extensión y libertad, pero casos como la de los Andes, la Javeriana en el caso de las de alta esfera, la Tadeo por su ubicación en el centro, la Central, Libertadores en el norte son botón muestra pequeño para un ojal tan grande.
En una universidad del norte la droga se expende en una decente cafetería que queda a escasos 50 metros de esta; en un centro tecnológico de Teusaquillo, la vende, muérase de la risa, el mismo Samuel que vende en el centro, contado de su propia voz.
...y si hablamos de colegios... hay que hacer otro libro. Esa plaga está en todas partes.
La diseminación de lo clandestino ha abarcado tanto, que por esta misma razón se ha convertido en un mal indetectable.
PS: hace unos días me encontraba junto a la sede norte del SENA, cuando se me acercó un tipo alto, delgado, de ojos rojos y verdes (imagínense la composición cromográfica en toda la esfera ocular).
Era un viejo conocido del colegio.
Luego del acostumbrado “que sabe de ...donde esta fulano, que se hizo perencejo”¸ Abrió su mano y me ofreció “anillos”, pepitas diminutas y, claro, ganya como también llaman a la marihuana. Tenía de todo y por lo que se notaba en su lamentable estado, consumía de lo que vendía. Lástima, no era un buen tipo en sus días de colegio...pero pudo haberlo sido.

un rollo sobre Beethoven



Cuando tenía apenas seis o siete años, recibí de manos de papá un acetato que rezaba, en letras grandes y azules “Las escobas que cantan”; se trataba nada menos que de un álbum de los apoteósicos Beatles, melenudos raros que por esas épocas en el país no eran nada mas que, según palabras del viejo “una tracamanada de marigûaneros que ya se habían extinguido”, y que le regalaran en alguna festividad de la empresa de importaciones donde laboraba.
Ese mismo día, sin el saberlo, me había iniciado en los mágicos caminos del Rock ´n roll; corría el año de 1.980.
Luego, quizás arrepentido de su nefasta decisión, y viendo mi inmenso cúmulo de esa satánica música, cuando ya bordeaba los catorce o quince años, culpándola de mi extraño comportamiento juvenil, solo parecido a lo que viera en una película de James Dean...acabó a limpios golpes de llave inglesa los acetatos que con la plata de las onces atesoré; en cierto modo, martilló mi hambre de medias nueves convertida en vinilo, así, sin dársele nada.
Pero la vida tiene extrañas formas de resarcirlo a uno, y de volverlo por la senda del “mal”.
Olvidado ya este insuceso en los anales de pataletas preadolescentes, y un poco mas permeado de esa cultura que yo sin cesar procuré mantener viva, ese personaje que un día abatió la música de su pequeñuelo, como si fuera el guitarrista de Kiss con su caro instrumento, me volvió a dar una muestra de su paternal comprensión, al ponerme a tono con la tecnología y obsequiarme una compilación de éxitos del rey, del viejo Elvis, en formato DDA...perdón y olvido...y por si fuera poco, tuvo que comprender que la batida de caderas que enloquecía a mi mamá – aún conmigo en el vientre – no la profería el mítico blanco con voz de negro, sino un buen imitador suyo: un tal Sandro de América que durante décadas hizo los sueños húmedos de nuestras juveniles madrecitas en la corte de ensueño del Rock n´roll de Latinoamérica que a punta de remakes le secundaban Enrique Guzmán, Oscar Golden, Palito Ortega y de esferas mas lejanas, artistas de impronunciables nombres como Gigliola Cinquetti, Mad Monroe, los Tres tristes tigres, evocadores de mocedades que luego se hicieron viejos y siguieron oyendo y cantando Rock n´roll.
Para entonces Colombia era un país tardío.
Todo lo que en el mundo pasaba de moda llegaba al país de sagrado Corazón como si se tratase de una novedad absoluta: en cuanto a la música nunca fue esta la excepción y es por eso que la intromisión su universo fue tan...postsucedida, si se le puede acuñar este término.
Ahí - en serio - comenzó mi vida dentro del Rock: mi religión, mi espacio y el sonido que da mi alma cuando alguien quiere escucharla.
Por el largo de mi vida he cruzado por muchas corrientes, todas asociadas con el rock n ´roll, y desde la ruptura prematura de mi amada colección hasta la fecha, hasta la moda me ha tocado de manera singular: he tenido chaquetas de cuero cortitas con pinta de saco de paño a lo The Who, colgué en el techo de mi habitación un afiche de Steppenwolf al lado de un recorte de Fredy Mercury, deje longa cabellera a desoídos de mi angustiada madre, toda mi ropa era de color negro y ajustada a mi delgada figura; aparezco en fotografías como si estuviera posando para Let it Be... me pegué un fuerte resfrío en el concierto de conciertos en Bogotá, oda al nacimiento de la corriente del Rock en español...lloré un éxtasis de canábis oyendo al maestro Santana (que en medio de mi euforia llamaba a grito pelado “¡¡Maestro, Maestro¡¡ según me cuentan mis cofrades que mas lúcidos o mejores pilotos pudieron apreciar el espectáculo). Ese mismo día un amigo besó a la que sería por los siguientes veintidós días su amada novia en un momento idílico, fantástico, inolvidable, absolutamente irrepetible: mientras el maestro tocaba su mas emotiva y conocida canción de amor: Samba pa´ti. ¡¡¡quien lo creyera¡¡¡.
En cincuenta años de grandiosa existencia, los mitos han crecido o se han derrumbado; el imaginario popular ha mitificado dioses y ha abatido falsos, y yo en mis cortos treinta años lo he podido apreciar, como espectador de la historia del Rock n´roll.
La desgracia se ha cernido sobre Él sin misericordia, como con cualquier mortal corriente, y es por eso que aviones con Dustie Springfields, Patsy Claines o Ritchie Valens, con todo y el gran Buddy Holly han caído con toda su fulgurante carrera; la droga se llevó al rey de la cadera ondulante, al rey Lagarto de puertas famosas, al hombre mas feo de la universidad pero con la voz mas potente jamás escuchada, y con su negra influyente complicidad empujó a la rebeldía de Seattle a la inesperada finalización de su existencia; mentes torcidas segaron mentes brillantes que imaginaban un mundo mejor al ritmo del Rock n´roll y el peso del mercado hundió lo que pudo ser una mejor figura en las pléyades del Rock.
El cine lo ha alabado, no ha dejado pasar sus páginas sin un asomo de Rock y me ha dado el inmenso placer de vivirlo; desde un Performance rollingstoniano, hasta un Jesucristo Superestrella, desde un tributo a la era de acuario, hasta una adaptación rocanrolera del fantasma de la ópera, desde un muro psicodélico hasta un Beethoven sanguinario del joven Alex; desde la historia viva del poeta del Rock hasta la música que ambienta esa densa escena de Tarantino, el celuloide no ha parado de dejar claro cuan valioso es el Rock n´roll.
Sépase pues que el Rock n ´roll nunca, ni mucho menos, fue patrimonio de estratos sociales, ni de cerrados clanes o clubes porque siempre ha estado – y estará, no quepa la menor duda – arraigado dentro del alma de cualquier sano ( o malsano) ciudadano del mundo.
He conocido gente que vive con el Rock n `roll en las venas, pero vive de cosas muy distintas a su filosofía.
Un día me trepé a una atestada buseta en pleno centro de Bogotá monopolio absoluto de chóferes de sangre y oído criollo y ¡vaya sorpresa¡¡ dejaba oír para mi inmenso agrado en un país de vallenateros furibundos, las excitantes melodías de Aqualung, virtuosismo de esa banda que quería mucho al inventor de las siegas de siembra.
Reparando el viejo Zastava modelo ´75, pequeño gran problema que me heredara en vida mi padre, sentí mas cariño de llevar el auto a ese taller siempre que fallara, pues su grasiento propietario exigía a ley que en la acabada radiograbadora de baterías que colgaba de un cable eléctrico sonara siempre un destemplado cassette de Metallica.
Ese señor con cara de boyacence que compraba y vendía discos compactos de segunda mano en el centro y con quien por cosas de la vida trabé una sólida amistad, no tenía cara de boyaco: era boyaco, a mucho honor, y le gustaba la música vernácula de su tierra, pero ¡¡como sabía de Therion, de Incubus, de Tangerine Dream¡¡¡ y estaban entre sus favoritos.
Hace poco vi en un concurso famoso de la Tv. local, un taxista: así como se oye, un taxista de Bogotá que vio la luz por allá por el caliente Huila, de espeso bozo, cabellera abundante tipo Andy Gibb, chaqueta de cuero, pero con pantalón de lino, camisa corbatera de botón en cuello, y zapatos mocasines, declarar (con radical mirada al animador del concurso) ser fiel rockero, querer hasta la muerte a Led Zeppellin, y traicionarlo de vez en cuando con Deep Purple...
En un pueblo lejano y violento de la mas lejana y violenta Arauca - Colombia excluida - , conocí a un ingeniero de sonido que en su vida de trabajo se la pasó de gira por el mundo y - si señor - en su haber tenía acetatos de Paul McCartney prensados en la estricta comunidad soviética de finales de los 80´s, grabaciones inéditas de Pink Floyd, y me dio la primera copia que ni en la tienda Abbey Road de Bogotá, la mas lanzada cazadora de rarezas existía pude conseguir, de la edición original de Rattle & Hum de un grupo que mi tío, otro rockero – medio - llanero - llamaba tranquilamente “udos”.
Mi padre se hizo viejo, mi madre, también.
Pero si algo tienen en común con Mick Jagger, con Bob Dylan , con Joan Báez y con los Mammas & Pappas no es solo la misma edad, sino el saber que un día se fue joven y se hizo mucha roca y mucho rollo..aunque estos últimos aún lo sigan haciendo, parabién de las nuevas generaciones que cuando ellos la pintaban de negro, nos hacían tomar liquido amniótico para alucinar con lo que seguramente era el mundo externo.
Este es, a mi manera un homenaje a los cincuenta años del Rock n´roll, un rollo sobre Beethoven con una mejor forma de verlo, como lo describiera el fantástico Chuck Berry, porque eso es todo lo que me ha dado su universo y su ritmo; con el Rock conocí el verdadero amor y con el Rock lo perpetuaré, y con el Rock encontré un camino donde, en un cruce cualquiera me entendí de nuevo con mis padres, esta vez convencidos de que no todo era tan malo como ellos se lo imaginaban: las grandes bolas de fuego aún no se han extinto.
Pudiera ser que la canción mas exitosa en estas cinco décadas fuera alguna que rememorara tristemente al ayer, que se ha emitido no se cuántas veces por la radio, y que tiene no se cuántas versiones, pero para unos y otros siempre hay una que es mejor, que los transporta mágicamente a algún lugar de su mente y por eso es que el Rock n´roll es el Rock n´roll por siempre y para siempre.

Brasil..on my mind





...El día que ese bus le dio un esquivo lengüetazo al territorio brasilero, por los lados de su frontera con ecuador, sentí la inmensa rabia que puede darle a uno tener a una garota completamente desnuda, y tener que huir de ella como un impúber temeroso de ser devorado para siempre por su candente sabor; por esa magia negra que emana de allí y que – dicen - no te suelta nunca mas…

Acaricia mi ensueño, el suave murmullo de tu suspirar
Como ríe la vida, si tus ojos negros te quieren mirar…
Y si es mío el amparo de tu risa alegre,
Que es como un cantar..
Ella aquieta mi herida…
Todo, todo se olvida…

...Cuando aun era muy pequeño, el radio monofónico, exclusivo de banda AM que mi mamá colgaba junto a la ventana de la cocina mientras hacia el quehacer diario, dejaba sonar esa canción en la voz un tanto nasal de ese flaco de cabello largo y mirada melancólica que el locutor de Tequendama 6.10 a.m. decía se llamaba Roberto Carlos: “desde algún lugar de la playa de Ipanema, Roberto Carlos nos seduce la tarde de hoy con “el día que me quieras”…sigan con nosotros…”…
...Y era tanta la jovialidad que mamá manifestaba y tanto el amor con que preparaba el arroz, ( y tanto lo que contemplaba la foto sonriente del enorme acetato negro que contenía ese tema)que durante mucho tiempo me rondaba en la cabeza la inquietud de saber donde quedaba esa tal Ipanema y quien era ese tal Roberto Carlos…

...El tiempo me dio esa repuesta y, además, supe que el mejor tango que se ha escrito, el mas bello y dedicable de todos, el que mejor pude decirle a una mujer cuanto la gusta a uno, solo sonaba mejor en la voz de un nacido en la gran Brasil...

...Supe también que no era el único y que allí había mas de uno que sabia escribirle al amor; que los cuerpos dorados por la playa y la sensualidad eran mejor cuando de fondo la chica de Ipanema sambaba levemente, y que el idioma portugués dejó de serlo cuando se volvió un cantar brasileño...

...Y me enamore de brasil, jurando que solo me faltaba saber a que olía, pues sus paisajes los había recorrido todos en las laminas de los atlas ilustrados, en las películas del cinema nôvo de Walter Salles y de Glauber Rocha, en las melodías de Buarque, y de Gil…en los mil giros victoriosos de Senna, y en las patadas geniales de Nascimento: ó mais grade do mundo Pelé; de Garrincha y sus secuaces mundialistas…

Mira que cosa mas linda, mas llena de gracia..

...Eso era para mi la brasil negada a mis alcances y a mis posibilidades, y en tanto mas pasaba el tiempo, mas quería conocer esa menina que viene y que pasa, esa cosa de corpo dorado, y conforme seguía lamiendo laminas, películas y canciones me daba eso que allí llaman saudade, y que no sabia definir exactamente que era...
...Una vez pase por un rodizio en Bogotá donde emanaba ese intenso sabor condimentado a samba y capoeira; llevado por el deseo y por algo de hambre retrasada me deje subsumir a la tentación de la carne; estando ya dentro del lugar, caí en una especie de trance emocional que me decía que aún sin estarlo, estaba en Brasil…y fui por un instante feliz al calor de tanta comida y tanta borrachera de sensaciones que no podía ocultar, ante la auscultadora mirada del meserito local que no entendía por qué tanta efusividad por una barra de carnes tan costosa…

...Hasta que llegó el día, la oportunidad y la ocasión de hacer América...

...Las cosas de la vida; mis tiempos de academia y bohemia, donde uno de mis mejores maestros había fundado la escuela de su especialidad en Brasil, y que tenía además el primer presidente cuasi-colega mío del que tuviese noticias convergió con la única y feliz oportunidad de embarcarme durante unos meses desde la fría Bogotá hasta la mas fría Buenos aires (e intermedias, como es de esperarse para un viaje largo vía terrestre) y claro, mi sueño se había vuelto una realidad potencial…

...El bus que nos llevaría ida y vuelta estaba listo, mis partners también y toda la ilusión se puso en el plano de verme cerca de una buena garotinha, tomándome un buen trago y sintiendo en el rostro el viento que ronda el cerro, que curte las barbas del Cristo de Corcovado, a la diestra de Dios padre...donde se halla el pecado de la piel...

...Pero cuando ya casi estaba lista la realización de mi sueño, me di cuenta que a veces a uno lo despiertan con un vaso de agua fría en la cara...y así mismo me sentí cuando supe que el itinerario omitía el – tal vez – mas enconado sueño que había tejido en mi pueril existencia: por ahora ya no sabría a que huele Brasil...

...Mi refugio, desde entonces ha sido el fútbol verde amarelho, y ahora el circulo se ha cerrado, pues si Roberto Carlos, el flaco desgarbado y melenudo que hacia suspirar a mi mamá con sus melodiosas versiones de tangos eternos, ahora Roberto Carlos me hace suspirar con su melodioso sentido del baile...ah¡ claro, me refiero al Roberto Carlos grueso y sin un pelo encima, de cara eternamente solemne que le saca música a cada patada que da cuando se viste de pentacampeón...

...Un pasaporte con muchas hojas vacías puede aguardar pacientemente diez años y de esta manera me he sostenido fuertemente a la esperanza de poder untar mis pies de arena carioca; más ahora, cuando solo faltan unos días para expirar mi pasabordo para el mundo, siento que tendré que regresar a las películas para seguir viendo de lejos la Ciudad de Dios....e imaginarme como juegan al jogo bonito Dios y el Diablo en la tierra del Sol...


...pero mientras escribo estas líneas, Thaisa de Souza, la de Florianópolis, la del año de intercambio estudiantil, cruza por el aparcadero de bicicletas de la universidad donde alguna vez me fume ese sueño, y meneando las caderas como si acabara de llegar del carnaval de Río, emana un aroma tan suave y tan salvaje...
...la cosa mas linda que yo vi. pasar...

...que creo por fin saber a que huele brasil...








jueves, noviembre 18, 2010

LAS CAMAS DE EROS


La juventud, esa ansía de conocer lo prohibido, la falta de un espacio prudente donde llevar a cabo el amor, la necesidad de hacerlo físico, la aventura; el regocijo del cuerpo en un cuerpo distinto al que se posa todas las noches al lado de la cama, el amor dividido, la pasión, el compartir una nueva experiencia al son de otros paisajes distintos al mismo techo de nuestra casa, la locura, la eterna locura hormonal que nos hace sentir vivos.
Para refugiar cualquiera de estas expectativas, la gente busca un motel, hotel, hostal, residencia de tantos nombres que se le dan, pero que tienen u fin universal: ir a hacer el amor.
Tradicionalmente, y para hacer una diferenciación con los espacios dedicados al hospedaje con fines de viaje temporal, estos espacios se les ha denominado genéricamente “moteles”ó “residencias”.
“motelear”ó “irse de resi”, son aforismos constantes con los cuales se hace referencia a esta actividad de ir a recrear el cuerpo en un lugar destinado para tal fin y que no es nuestro mismo lugar habitual de vivienda.
¿Porqué la gente va a “motelear”ó “se va de resi”??
- cuando se está en la explosión hormonal de la pubertad, la casa de habitación generalmente no permanece sola.
- Aún estándolo, prevalece el miedo a que alguien llegue y dañe tan sublime momento.
- ¡cuando el lugar de habitación es compartido con el propio cónyuge, y se “sale con un tercero”.¡¡¡¡
- cuando se quiere romper con la rutina de la casa (ahora si, con el mismo cónyuge¡)
- cuando la experiencia excita los sentidos e incrementa el placer; como una forma de fetiche.
- ...cuando están pintando el apartamento...
la encuesta, que por razones de pudor personal y por falta de herramientas, la lleve a cabo en un selecto grupo de amistades del barrio, la universidad y de otras esferas, aportando – incluso – mi propia perspectiva, me llevó a admitir que aun siendo un tema digno de toda la prudencia y la tersura que la intimidad ajena exige, podría ser asimismo tema de análisis máxime cuando se ve el crecimiento de estos “centros de esparcimiento temporal” en toda la extensión de Bogota
Para entablar una armonía con el espacio y con lo que se va a hacer, los moteles (llamémosle así para no cambiar tanto el topónimo, y porque me gusta como suena) tiene una concepción arquitectónica y de decoración muy variada, apta para cualquier tipo de gusto o desempeño de la intimidad.
La cultura motelera popular los describe como grandes edificaciones llenas de habitaciones, que presentan ambientes muy sugestivos, propicios para el amor; grandes habitaciones con espejos en el techo y luces tenues, camas inmensas , con colchón de agua en algunos casos, pisos de espesa alfombra, amplias duchas transparentes y con agüita caliente, aparatos de música, televisión donde transmiten cintas de contenido erótico (que yo llamaría mas o menos” curso extra rápido de comportamiento sexual para dummies”, otros “guía práctica visual para hacer bien el amor”, eso va en quién la use), un relajante jacuzzy para “después de...o para hacer en”, prestan servicios adicionales como venta de licor y bebidas, la cual efectúan por una ventana con puertita, para evitar invadir la privacidad de los amantes. Por esta misma razón dejan previamente el famosísimo “jaboncito chiquito”, toallas limpias, pantuflas desechables, gorro de goma para no dejar un delatante cabello mojado al llegar a casa...esos accesorios.
Así son la inmensa mayoría, aunque con las exigencias del consumo se han adaptado al perfil del usuario (perdón, usuarios; siempre va mas de uno hasta donde se tiene noticia)
En la actualidad este viejo concepto de motel ha variado, para ofrecer desde elegantes cuartos que emulan y recuerdan el espacio casero, para quienes van realmente a hacer el amor, con camas grandes pero sobrias, chimenea, varios tipos de luz; una mesita para tomar un café o un trago mientras una relajante charla es el preludio para otra sesión, sofás enormes para tomar un descanso, hasta sofisticados lugares con toda una dotación de complementos visuales y emocionales para aquellos que solo van a tener “sexo a la lata”; camas con barrotes, asideros de cuero y grilletes, camillas para contorsionistas del sexo, aromas y sonidos estimulantes, paredes negras, adminículos para la práctica de sexo extremo, en fin...falta que promuevan habitaciones con consolas de Play Station, computador con Internet, bibliotecas de consulta, o mesas de billar. (lo cual, a más de divertido, podría llegar a estimular mucho la “variedad”), pasando por austeras piezas con cama, gancho para colgar la ropa y un retrete con lavamanos. No mas.
Allende los años 80´s y un poco mas atrás, Bogotá contaba con una zona bien delineada para ubicar moteles.
Es de todos sabido que el sector de Álamos es, por excelencia el sector motelero con mayor tradición en nuestra ciudad. Durante muchísimo tiempo esos monumentales sitios para el amor han perpetuado su categoría, su renombre y vasta cantidad de habitaciones, para que siempre haya donde alojar un ratico de pasión.
Los moteles de Álamos, que encontraron complemento con unos pocos ubicados en la franja de la avenida El Dorado, y en proximerías a Fontibón, paredes frontales anchas y altas, tienen una puerta de entrada y una de salida ubicadas en forma circular, que han sido concebidas así para que los autos puedan entrar y salir sin tropiezo alguno. Al ingresar, el auto queda en posición frontal a la habitación que ha de ocupar, presto a la atención se encuentra un botones muy discreto que ayuda a los amantes a que sea mas práctica la tarea de concertar el alquiler de la habitación, sin que durante el proceso se vean a la cara con otros clientes. Esto es muy importante, si se tiene en cuenta que la actividad misma que los pone en este lugar es de índole privada, personal e intransferible, lo que provoca un tanto de pena en quienes lo usan..mas si van con alguien que no es su consorte por aquello de que el mundo es un pañuelo.
Por $50.000 en promedio se accede a el confort y la finura de estas habitaciones
Las habitaciones de los moteles de Álamos son muy sobrias y bien adecuadas; prestan los servicios básicos y están alejadas del ruido que puedan ocasionarse en las demás. Eso es garantía de que su propio ruido será siempre su ruido. Los empleados de los moteles deberían ser sacerdotes: tienen una amplia concepción de la discreción, ya que hacer que espontáneamente cuenten algo de su oficio es difícil, hay que necearles un poco, y ya con mas confianza, hablan de su rutina.
Lo mas significativo, es la llegada misma del(os) clientes.

Predominante es la cara de vergüenza, que la pareja de quién conduce oculte su rostro en la oscuridad del interior del coche, que se solicite el servicio con bastante titubeo, para lo cual el portero opta por solo franquear la entrada del automóvil.
Otras parejas, no tan solventes, llegan en taxi, debiendo compartir su intención no solo con el portero y el botones que los ubica, sino también con su esporádico chofer privado; como una estrategia para aumentar el ingreso de personas al motel que regentan, se da una propina en efectivo de $2.000 a $4.000 al taxista que lleve amantes a su motel. Para los que llegan por este medio hay una salida especial, y se les ubica transporte. Una carrera a motel suele ser muy bien vista por un taxista, mas si se pueden dar un rato de voyeurisme, con las andadas previas al amoroso acto.
Dicen que a su palacio van generalmente parejas heterosexuales, pero que como han cambiado los tiempos, los homosexuales han hecho su arribo triunfal. Hace como tres años, me comenta, llegaron tres carros, con ¡tres personas cada uno¡, pero lo mas anecdótico fue que no pidieron tres habitaciones sino ¡una sola¡...fue la primera vez en sus cinco años como portero de motel, que supo que se iba a cometer una orgía...por como lo recordó, supongo que guardó la esperanza de que fuera invitado al convite hormonal que detrás de esas paredes se gestaba.
Unos años antes a este singular hecho, fue popular en medios televisivos y noticiarios, que en un motel, contiguo al que me prestó amablemente su historia para referenciar, los amigos de lo ajeno se dedicaron a robar a ocupadísimas sus pertenencias, dejándolos literalmente “en cueros”. Solo la acción oportuna de la fuerza pública impidió que tan atroz y vergonzante delito se siguiera consumando: eso es precisamente lo único que allí no se puede consumar.
Pero para sonrojo de muchos (y risa de otros, como yo, admítolo), el caso mas sonado ocurrió en 1.997, cuando se descubrió que en un motel de Álamos, algún inquieto empleado quiso hacerse unos pesitos de mas, con la comercialización de videos “amateur, totalmente hechos en casa” escondiendo cámaras en algunas habitaciones, filmando a los inocentes amantes que no sabían que fuera del país eran rutilantes pornstars. Si no es porque los padres de uno de los de esas inocentes parejas vieron la foto promocional de su hijo y su nuera, en un estante de una de las mas reconocidas sex shop de París, tal vez usted o yo seríamos protagonistas de No – verla...
Hay una anécdota que rueda por la ciudad, una especie de mito urbano que dice que en una ocasión, un señor que transitaba de sur a norte por la avenida El Dorado, contigua a la entrada a la zona de Álamos recibió en el costado derecho de su auto un fugaz choque por un auto que salía raudo de uno de los moteles.
Sin mas opción que tomar sus placas para hacer posterior reclamo por la abolladura en su vehículo, y resignarse a que fuera pronto, siguió su camino.
Algún tiempo después, haciendo compras en un centro comercial, tuvo la feliz coincidencia de encontrar dos carros después que el suyo, en el parqueadero, al carro de marras. Decidido a hacer valer su derecho, espero con paciencia a que llegara el dueño del misterioso auto; luego de un rato, un señor venerable de cabello cano y bien vestido se acercó a la puerta, con la intención de abrir la portezuela; el afectado se acercó, diciéndole que hace x tiempo, había sido la víctima del choque que le profirió al salir muy rápido de un motel y que por respeto a su familia no lo había acosado, poniéndole policía al suceso. Muy apenado el canoso señalado, pidió mil disculpas, ofreció pagar todos los daños, y pidió con consideración que esperara a que llegara al auto su señora esposa, que venía saliendo con las compras. Intrigado el individuo acató la espera, para hacer mayúscula su sorpresa cuando, al llegar la mentada esposa, mas joven que el anciano esposo, atractiva y muy sensual, este le preguntara con cara de suspicacia: “ahora si, amor; como fue el choque que tuviste con el l carro en el aeropuerto?????.
El portero con quien sostuve el diálogo, no me confirmó la veracidad de la historia, pero su risita escueta tampoco la desmintió.

Las posibilidades económicas y la demanda de espacios para entretener el cuerpo hicieron que durante muchos años los moteles del barrio Venecia fueran los mas populares y de mayor acceso a reducidos salarios. Habitaciones mas pequeñas, para cenas amatorias mas frugales, con menos servicios y aun costo promedio de $5.000 en 1.990, daban la misma utilidad, con menor grado de opulencia. La construcción de moteles en el barrio Restrepo, y en la zona de Kennedy, en plena área comercial del mismo. Con tarifas desde $17.000 se puede contar con un espacio honorable para hacer la corte a la contraparte.
El siete de agosto, Bosa, Chapinero cuentan con un grado de moteles que si bien varía muy poco en el costo y prestaciones de los anteriores, tiene gran acogida por su discreción y porque se ubican cerca al área donde la mayor parte de los amantes furtivos se ocupan, lo que da adecuado tiempo para hacer lo que hay que hacer.
En el último escalón de status se hallan los moteles del centro. Esto se dividen en dos categorías; los mas o menos y los “nada que ver”.
Los primeros, muy similares a los de chapinero, ubicados indistintamente en la carrera 13 circunvecinos a la calle 24, la avenida Caracas, en inmediaciones de los talleres y la Universidad INCCA, son adecuados únicamente para la tarea copulativa, sin enganche a la complacencia sensorial que provee un espacio bonito y bien dotado. $con 8.000 se pueden apropiar 3 horas de cama sencilla para el cuerpo – a – cuerpo, baño y jabón...par el solo cuerpo. Los segundos, toda una alabanza al aprovechamiento comercial de un espacio; salones grandes divididos en seis, ocho y hasta diez habitaciones con solo palcas de triples bastamente pintadas en colores claros con pinturas clase II, III..., en simplísimos camarotes desvencijados por precios que van desde $3.000 a $5.000 dependiendo del tiempo de uso. La higiene no está incluida en el servicio, ni hay forma de darse una ducha. A veces suelen incluir - por el mismo precio - , molesto carranchín en la espalda, el cuello, las piernas...
Los mas recientes años han llevado a edificar mas moteles, subiendo de categoría y de costo, a lo largo de la avenida 7ª, después de la 140, que han despertado pasiones encontradas, en quienes tienen la fortuna de usar suites mas lujosas y suntuarias que las de Álamos, por costes que pueden llegar a los $120.000 por noche, y los vecinos del sector que ven peligrosamente afectada su integridad moral y el caché de su residencial( en el sentido de hábitat) estilo de vida. De esto no se salva ni la vecindad de Suba, que eleva quejas en periódicos locales porque los gemidos silenciosos que han de proferir en los moteles que los inunda desde hace algún tiempo, no los dejan dormir.
La elección de un motel obedece a varios factores: si se quiere tener una atención especial con la pareja, se buscan los que quedan en Álamos, sobre la 7ª mas allá de la calle 140. propicios para todo un fin de semana; si se trata de un ejercicio habitual, Chapinero, la primero de Mayo son especiales por su precio y calidad, pero si se trata de actos sin recato de el lugar, concentrados en la mera complacencia sexual, se consiguen especies de cabinas muy deslustradas y misérrimas como las del centro, y en general en cualquier parte de Bogotá.
Es grande el volumen de personas que por lo menos una vez en su existencia han pasado un rato ( no se si agradable, por lo corriente, si) en un motel; para otras es una actividad tan frecuente como el ir a cine, almorzar fuera de casa...lo cierto es que tantos moteles hay en la ciudad, multiplicados por su número de alcobas, como historias, fecundaciones, separaciones..en fin, una larga película por contar.
Por lo demás, pasa la mayor parte de la gente, frente a sus fachadas y si no se va pensando en un grave problema, se suele especular sobre que es lo que está pasando allí adentro; se hace un video erótico con solo ver un motel en cualquier lugar de la ciudad.
Si salió de la oficina, quiere tener una aventura colegial, sus padres llegaron temprano a casa, se encontró de afán con un viejo amor y quieren recordar tórridas pasiones del ayer...pues ya sabe donde ir.