jueves, noviembre 20, 2008

de la mano con el diablo



Por: Yul Alfredo Daza Trujillo

...” usted sabe, yo alcancé a tener tres negocios; la joyería que administraba mi señora, una papelería y una emisora donde trabajaban mis dos hijos mientras yo me dedicaba a la finca a producir plátano, a criar ganado y donde íbamos los fines de semana a descansar en la Totoya venezolana grandota que tenia...ahora míreme, me toca andar en Bogotá con escasito lo del transporte, a veces pidiendo rebaja en los buses porque no me alcanza la plata: de eso ya hace tres años, desde que ando de la mano del diablo...”
Esa es la cruda sentencia que Gonzalo Frías*
[1] casanareño de nacimiento y hecho toda su vida en Tame, el convulso municipio de Arauca que es hoy por hoy el municipio mas violento de Colombia, dicta como el capitulo mas negro de sus cuarenta y dos años de historia.
La vida de este antes prospero llanero es similar a la de cientos de colombianos que en razón a la violencia han debido dejar su terruño y su sustento para salvaguardar sus vidas: el drama reincidente de los desplazados.
Hace unos tres años, cuando la incursión paramilitar fue al rico municipio de Arauca a completar el cuadro del conflicto que de todas formas ya existía por mas de dos décadas, Gonzalo Frías se dedicaba a los negocios y todo era abundancia: comía y bebía como un faraón, nunca supo lo que era pasar un día sin un bocado en el plato, y se vestía de finas prendas compradas en sus viajes de negocios a Bogotá con tarjeta de crédito (de las tres que poseía) , igual que su esposa, una simpática y pequeñita tameña, y sus dos hijos morenos y populares entre las niñas del pueblo. El oro lucía como un adorno mas de la buena vida de la familia Frías.

Con la instalación del paramilitarismo, el panorama se hizo turbio: para nadie era un secreto que una garantía de convivencia y tranquilidad era el pago cumplido de la “vacuna” a la guerrilla imperante en la zona por parte de los comerciantes y ganaderos locales, pero eso también pudo ser sus sentencia.
“tocaba, mano, pero mientras uno pagara, así eso no nos gustara, nadie se metía con uno ,y que se le iba a hacer, tocaba, mano”

Una vez tomada posesión del casco urbano, luego de masacres selectivas – donde también cayeron algunos de los mas ricos del municipio – los paramilitares sentenciaron a quienes presuntamente colaboraban financieramente con la guerrilla, a dos opciones: o pagar tributo a ellos (los paras), o a irse de la región.
Y lo segundo le tocó hacer a Gonzalo.
“de todos los males, mi me tocó el peor.
Como tenía finca, me dijeron que ahí se quedaba la guerrilla a dormir y a comer, como tenía camioneta, decían que ese carro lo habían visto cargado “Elenos” como tenía papelería, que yo dizque les sacaba las fotocopias de los panfletos, y que como mi mujer tenía joyería y perfumería, ahí se la pasaban los guerrillos gastándose la plata que le extorsionaban al resto. la emisora me la tenían arrinconada a punta de comunicados a nuestro pesar que pusieron nerviosos a los tameños y nos quitaron la publicidad Claro¡ y como comenzaron a jodernos, mas de uno pescó en río revuelto, se nos hacían los locos con las deudas, hasta la alcaldía que le suministrábamos comenzó a quedarse en las cuentas de cobro, y los negocios se vinieron a pique.
La finca me tocó dejar de visitarla, por miedo a que me dejaran amarrado a un palo con un tiro en la nuca como le pasó a mas de uno, el carro se vendió para empezar a cubrir los huecos que quedaron de la producción malograda y del ganado que se me llevaron, y la gente de desconfiada o tal vez asustada no volvieron a comprarle nada a mi mujer”
“ un día, por debajo de la puerta de la papelería, apareció una nota que cuando nos la entrego la muchacha que nos trabajaba me dijo también: “que pena don Gonzalo pero yo renuncio” y se fue dejando tirado el negocio al que no había podido ni mandar mis sutes(pelados) a trabajar. la nota nos decía que si no nos íbamos del pueblo, nos mataban por colaborarle a la guerrilla”

Al día siguiente, con el poco efectivo que los acompañaba y una maleta de deudas se desplazaron a Bogotá.
En su ausencia los agiotistas aprovecharon el desorden quedándose con los bines que durante años labraron para forjar,
- “hasta la familia se aprovechó”.
Ahí comenzó su calvario.
Unos meses vivieron de la caridad de unos parientes que – como suele suceder – se cansaron de proveerlos y que cuando vieron que no conseguían ni aportaban nada, los fueron sacando de a poquitos.
- “el arrimado huele mal”.
Con la venta de los enseres de la finca se hicieron a unos pesos para el trasteo, para pagar un arriendo en un barrio del centro de la ciudad. Y con lo que quedaba, montaron una tiendecita - mientras salía la venta de la emisora - donde vendían tinto, empanadas y cerveza a los mecánicos y llanteros de la Estanzuela, donde el escaso producido no daba para nada mas que el sustento diario. Los clientes pedían al debe y muchos se fueron sin pagar las cuentas aumentado así su hueco fiscal.
- “lo malo de ser buena gente” dice con desazón.
Luego, se fueron viendo alcanzados por el arriendo y los servicios, el negocio no prosperaba y los proveedores no les daban mas plazos para cubrir los pedidos.
Y vino un nuevo desplazamiento.

Con la ayuda de un sobrino de Gonzalo que estaba en el ejercito, se hicieron a un crédito para montar un negocio. Mientras ello pasaba, las cosas parecían mejorar, pues pudieron trasladar la emisora al municipio cundinamarqués de Agua de Dios, y en este mismo pueblecito, fundar una empacadora de agua con el crédito conseguido: el negocio perfecto en un lugar donde el agua potable escasea.
“pero cuando pensábamos que todo iba a mejorar, “nanay”, lo de la emisora se volvió un problema con eso del permiso del Ministerio, y como a los cinco meses la cerraron, y lo del agua...ahí va. Hace unos días saqué el permiso, el registro de INVIMA, pero como no tenía plata, me tocó vender el televisor, el equipo y el comedor. ya nadie me presta
Ahora toca comer con el plato en las piernas...cuando hay que comer, porque lo que produce la planta de agua es muy poquito, me faltan equipos y estoy pagando el crédito.
Gonzalo da gracias a Dios porque tiene salud y porque no le toca como a los miles de desplazados que se ven en cada esquina de Bogotá, “con un cartón pidiendo plata en la calle”, pero se le ve la tristeza en la cara cuando recuerda su prospero pasado y vislumbra su incierto futuro y el de su familia.

“parientico!: me toca irme en Transmilenio; me completa que no tengo sino para lo de un bus?”
y de su triste mirada aparece una luz de esperanza. En Transmilenio no hacen rebaja.


Otros casos:
Así como acontece con Gonzalo Frías, en la capital hay un gran numero de desplazados que una vez lo tuvieron todo y ahora saltan matones para darle la guerra a la vida. Aquí hay algunos casos.
Fernando Vargas * :
uno de los mas prósperos amigos del protagonista de esta historia.
Oriundo de Boyacá, llegó a Tame en 1.975 cuando había bonanza y el dinero circulaba y fundó una panadería que con el tiempo fue la base para poseer una inmensa fortuna que – literalmente – amasó con este negocio, que luego se expandió a una droguería, una papelería, dos fincas ganaderas, un laboratorio clínico entre otras cosas.
Actualmente vive en una zona prestante del norte Bogotá, queriendo rescatar algo de su ostentosa vida, derivando su sustento de un restaurante a las afueras de la capital que solo puede atender los fines de semana, y que a veces el clima le malogra, pues es al aire libre.
Alonso puertas *: luego de la muerte de la mitad de su familia masacrados por la guerrilla en 1.998 este tolimense que fuera propietario de una pequeña pero fructífera arrocera, se trasladó a Bogota a mediados de 1.999, dejando perder el fruto de mas de cuarenta años de trabajo , y ahora vive de la venta de llantas de segunda mano en el centro de la ciudad.
Giralda Tarud *: esta profesora costeña de 55 años, casada con un prestante médico veterinario, dejó sus tierras en Córdoba cuando la guerrilla quemó el negocio de insumos agrícolas y veterinarios que gerenciaba su hijo mayor – asesinándolo días después - en agosto de 1.994. luego de una corta estadía en Bucaramanga, donde ejerció como maestra de escuela y su esposo, de empleado municipal, tuvo que trasladarse a Bogotá presionada por amenazas sobre la vida de sus dos hijas de 15 y 23 años.
Un día antes de su partida, su esposo fue acribillado en inmediaciones de Pie de Cuesta. Hoy es maestra de una escuela en el barrio la Concordia.
Cifras:

- Tame es el municipio mas violento de la nación en el año 2004. de los 615 casos de asesinato registrado en el departamento de Arauca el 40% fueron perpetrados en la jurisdicción de este municipio, la mayoría sobre campesinos, ganaderos, comerciantes y dirigentes políticos, por las fuerzas en conflicto
- La ganadería y la industria son las áreas de producción que se han visto mas afectadas en el nororiente de Colombia, y de donde se deriva la mayor cantidad de capital malogrado y de desplazamiento de comerciantes solventes por motivos de seguridad.
- De total de desplazados que hay ubicados en Bogotá, no se sabe exactamente cuantos fueron pudientes dueños de fortuna: muchos callan por su seguridad, otros por la vergüenza de compartir esta tragedia con la población menos favorecida.





[1] Los nombres de los protagonistas, así como sus lugares de procedencia y de ubicación actuales han sido modificados, a petición de los mismos, para salvaguardar su seguridad y la de sus familias que aún permanecen en las zonas de conflicto citadas.